La web norteamericana cyclingsavvy.org lleva muchos años defendiendo en Estados Unidos una visión del ciclismo con la que coincidimos en gran medida. Ya nos hicimos eco del obituario que publicaron por el fallecimiento de John Forester. En esta ocasión queremos poner a disposición de nuestros lectores varios artículos sobre formación ciclista, algo que desde Madrid Ciclista consideramos básico.
Dos secretos para enseñar a montar en bici a un niño
Enlace al artículo original: https://cyclingsavvy.org/2020/02/teach-child-to-ride-bike/
Por Tammy Bishop
“Pataleaba y gritaba como un condenado mientras veníamos”
Estas fueron las primeras palabras que me dijo la madre de un chaval de 8 años al presentarse. Me contó que le había dicho a su hijo que iban de camino a tomar lecciones de cómo montar en bicicleta. La madre sabía que si el niño lo hubiera sabido de antemano no habría subido al coche.
No todos los niños están interesados o deseando aprender
¿Por qué enseñar a un chaval que no quiere aprender? Los padres pueden tener muy buenas razones. La madre del chico al que hemos hecho referencia quería que pudiera unirse en las excursiones familiares por el vecindario, el pueblo y en vacaciones. Las familias pueden tener otras razones: que los muchachos puedan ir en bici con sus amigos para socializar mejor y ganar en independencia, ir y volver a la escuela en bici para que no tengan que llevarles los padres, y que tengan acceso a una actividad saludable.
Por qué los niños pueden no querer aprender a montar en bicicleta
En palabras de un alumno de 10 años, “No quiero ir en bici, puedo usar mi patinete”. Cuando los niños me dicen que no quieren que les enseñen a montar en bici lo que yo escucho es “Me da miedo”. Según mi experiencia las dos principales razones para tener miedo son:
- Se cayeron en algún momento intentando aprender.
- Temen caerse aunque nunca se hayan subido en una bici.
¿Cómo resolvemos esto?
Secreto número 1: fortalece la confianza en su propio cuerpo
Mis alumnos y yo quitamos los ruedines y los pedales y bajamos el sillín hasta que pueden apoyar ambos pies en el suelo sentados en la bici. Les aseguro que sus pies impedirán que caigan mientras se desplazan con la bici y experimentan la sensación de inclinarse sin caer. Al final terminan por aprender a confiar en su cuerpo. En ese momento es cuando la lección se vuelve divertida. Ahora el aprendiz está motivado y con ganas de avanzar.
Secreto número 2: mantén la calma, sé paciente y acompaña
Este segundo secreto no tiene nada que ver con el alumno sino con el maestro. La clave para reducir el miedo del niño y reafirmar su confianza es tu presencia tranquila y paciente, que hace que mantenga su deseo de seguir trabajando mientras va experimentando sensaciones extrañas y nuevas formas de usar su cuerpo. Cuando los niños aprenden una actividad nueva y exigente, nuestro comportamiento como padres, profesores y adultos es especialmente relevante para que reaccionen adecuadamente.
¿No consigues enseñar a tu hijo a montar?
Los padres de muchos de mis discípulos me dicen que prefieren que sean otros los que enseñen a sus hijos. Estos pueden negarse a sentarse en la bici o a que se les quiten los ruedines. Algunos padres no tienen muy claro cómo guiarlos en cada nuevo paso. Otros reconocen que no tienen la paciencia suficiente o que prefieren evitar discutir con sus hijos.
Si tu hijo tiene problemas para aprender o simplemente prefieres que les enseñe otra persona busca un profesor. Deja que él haga el trabajo duro mientras tú te relajas, animas a tu hijo y haces fotos.
Enseñar a adultos a montar en bici
Enlace al artículo original: https://cyclingsavvy.org/2020/07/teaching-adults-how-to-ride/
Por Tammy Bishop
Comencé este post después de escribir el artículo sobre cómo enseñar a montar en bicicleta a chavales. Me di cuenta de que la única diferencia es la edad. Aunque es obvio, no se trata tan sólo de la cantidad de años.
¿En qué no hay diferencias?
Para empezar las fases que se usan para enseñar a un adulto son las mismas que para enseñar a un niño. Bajamos el sillín y quitamos los pedales para que sea más sencillo conseguir dominar el equilibrio y el manejo de la dirección. He desarrollado un cuadro de habilidades que van desde ser capaz de subirse a una bicicleta hasta el dominio completo del vehículo. Cada vez que se domina una habilidad marcamos el cuadro, celebramos el logro y nos preparamos para el siguiente paso. Incluso un aprendiz que empieza a desplazarse sobre la bicicleta apoyando los pies en el suelo está trabajando en más de una habilidad a la vez: equilibrio, dirección, procesamiento de la presión que se hace desde el sillín. No es necesario obcecarse con el orden en el que se enseñan las habilidades, ya que hay alumnos que pueden desarrollarlas sin trabajarlas directamente.
En segundo lugar, al igual que los niños, los adultos nos ponemos nerviosos al aprender una actividad nueva que desafía nuestras percepciones y nuestra paciencia. Es importante como profesora permanecer calmada y paciente, sin juzgar. Los estudiantes de cualquier edad aprenden a montar más rápido y de manera más sencilla cuando están relajados y no sienten presión para lograr un nivel concreto de dominio en un plazo determinado.
Por último, los adultos experimentan la misma alegría cuando consiguen aprender a montar en bicicleta. Desde la perspectiva del profesor, es una experiencia preciosa ser testigo de la satisfacción del alumno cuando triunfa después del arduo trabajo.
La única diferencia
La edad. Es obvio, lo sé. No me refiero al número de años. Es lo que viene con los años lo que puede ser problemático: sentimientos de vergüenza o bochorno que aumentan cuando se crece sin saber montar en bicicleta. Una alumna de 48 años me contó que su nuevo compañero había organizado una excursión en bicicleta. En lugar de reconocer que no sabía montar en bici buscó frenéticamente a alguien que la enseñase.
Las circunstancias impiden a muchas personas aprender en la infancia. Un estudiante de 28 años mencionó que sus padres le prohibieron aprender porque su primo se mató en un accidente mientras iba en bici. Y otro alumno de 45 años habló de crecer en un barrio en el que era más importante permanecer a salvo en casa que aprender a darse una vuelta en bici.
Afortunadamente las emociones negativas van desapareciendo según se avanza en el aprendizaje. Los sentimientos de felicidad y los logros conseguidos reemplazan a la vergüenza. Aquello que bloqueaba a los alumnos antes de aprender se desvanece.
Nunca es tarde para aprender
Cuando un amigo reconozca que no sabe montar en bicicleta no muestres espanto o sorpresa. Recuérdale inmediatamente la verdadera diferencia: no es el número de cumpleaños sino los sentimientos y las circunstancias que vienen con ellos. Menciónale de pasada que hay sitios donde se puede aprender a montar en bici. Inspira a tu amigo a intentarlo.
Aprender a montar en bicicleta fácil, fácil
Enlace al artículo original: https://cyclingsavvy.org/2020/09/an-adult-beginner-learns-to-ride/
Por John Allen
Si nunca has montado en bicicleta o conoces a alguien que tampoco, animaos.
Puede ser más sencillo aprender desde cero que desaprender hábitos de la infancia.
El 28 de agosto de 2017 tuve el placer de observar cómo John Ciccarelli, propietario e instructor principal de Bicycle Solutions (instructor nº453 de la Liga de Ciclistas Americanos), hizo que un adulto aprendiese a arrancar, parar, mantener el equilibrio, dirigir la bicicleta y hacer giros en un par de horas.
John explica así su método de enseñanza:
El método para aprender a montar en bicicleta comienza por usar una bicicleta del tamaño adecuado, quitar los pedales y bajar el sillín para que el aprendiz se pueda sentar con ambos pies completamente apoyados en el suelo con las rodillas ligeramente flexionadas. Acabamos de conseguir una «bici de equilibrio» como las bicis sin pedales de los niños. El manillar no debe estar más arriba que el diafragma.
El lugar escogido puede ser un patio amplio o un aparcamiento con una ligera inclinación, la suficiente como para que si damos un toque a un balón de fútbol este siga rodando sin acelerarse.
Cuando el cliente adulto es capaz de deslizarse durante diez segundos con rapidez y confianza, roscamos uno de los pedales y subimos el sillín entre 2’5 y 5 cm y quizá también el manillar y le enseñamos a deslizarse con una pierna apoyada en el pedal. Normalmente lleva tiempo pero merece la pena hacerlo. En el caso de los niños nos saltamos esta fase y colocamos directamente ambos pedales.
Ponemos el segundo pedal. Ponemos una marcha que ofrezca algo de resistencia al pedaleo según la velocidad a la que el alumno se encontraba a gusto. Hacemos lo mismo que cuando pusimos únicamente un pedal, empezando por deslizarse con un pie en un pedal y la otra pierna en el aire hasta que el segundo pie encuentre el pedal mientras la bicicleta rueda (que estará en la posición más alta, ya que la otra pierna mantiene el pedal contrario abajo). En ese momento comenzará el pedaleo. A esta forma de comenzar a pedalear la llamamos “arranque rodante” o “arranque por gravedad”.
Puede que por la combinación de la geometría de la bicicleta y el ciclista sea difícil que el aprendiz encuentre el pedal en este “arranque rodante”. Si es así, saltamos este paso y vamos al arranque en parado.
Para arrancar en parado: con ambos frenos presionados y un pie completamente apoyado en el suelo, elevamos el pedal contrario a las dos en punto (visto desde el lado derecho) o a las diez en punto (visto desde el lado izquierdo). Practicamos cómo soltar el freno con una cuenta atrás (3, 2, 1 ¡suelta!) para que el aprendiz libere las manetas de freno e inmediatamente presione sobre el pedal que tenga arriba y comience a rodar.
¡Así es como funciona!
(Vídeo con subtítulos en español)
La práctica es necesariamente muy repetitiva, pero en nuestro vídeo de 5 minutos se muestra cómo el aprendiz progresa paso a paso. Los mismos pasos pueden emplearse para el autoaprendizaje.
Este vídeo es previo a la pandemia del Covid-19. John y los otros monitores de Bicycle Solutions siguen enseñando a montar en bicicleta por todo el área de la bahía de San Francisco. En el siguiente artículo John describe sus medidas para evitar el riesgo de infección.
Enseñando durante la pandemia
¿Es seguro enseñar a alguien a montar en bici durante una pandemia? Sí, claro. En un correo electrónico del 6 de junio de 2020 enviado a los redactores de CyclingSavvy, John Ciccarelli, director de Bicycle Solutions en San Francisco describió las precauciones adicionales que está tomando cuando enseña.
“Soy uno de los cinco instructores de Bicycle Solutions que ha retomado las lecciones recientemente.” El condado de Santa Clara ya permitía las clases al aire libre. San Francisco las permite desde el 15 de junio. “Traigo mi propia bicicleta para hacer demostraciones y acompañar durante el paseo. También llevo alguna bicicleta para los clientes. Añado un pañuelo empapado en una solución de 70% de alcohol isopropílico en una bolsa y lo uso para limpiar las superficies de contacto de la bicicleta, las herramientas… En las pocas lecciones con adultos que llevo en dos semanas (un cliente, dos lecciones), no he tenido que quitar ni reponer pedales, pero si hubiera sido necesario simplemente los hubiese desinfectado de esa manera.
Mantenemos cierta distancia. El alumno nunca está a menos de 1’80 metros de mí, y si necesita que realice algún ajuste en la bicicleta, se aleja de ella, hago lo necesario y luego me marcho. Llevo una bandana que me cubre la cara y le pido al cliente que también se cubra la boca (no es necesario cuando pedaleamos). Solamente hablo con la bandana puesta. Circulamos con suficiente distancia y voy corrigiendo sobre la marcha, hablando o gritando si es necesario. Solo grito si hay muchísima distancia. También llevo máscaras N95 pero son demasiado incómodas para hablar eficientemente en las lecciones. Sí me pongo una bajo la bandana cuando entramos en espacios cerrados”.