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Intersecciones poco habituales

No todas las intersecciones constituyen un “cruce” típico. Aunque se aplican los mismos principios de posicionamiento en carril, algunas intersecciones pueden ser confusas o intimidantes. Veamos formas de hacerlas más fáciles.

Intersecciones diagonales

En una intersección diagonal, el tráfico sigue las reglas habituales, pero a los conductores les resulta más difícil mirar hacia atrás en calles transversales en diagonal. Ten especial cuidado con los vehículos grandes que tienen grandes puntos ciegos en la parte trasera derecha.

Algunos giros en una intersección diagonal no son muy cerrados, por lo que es posible que los automóviles no reduzcan mucho la velocidad. Mantente alerta al tráfico que gira a la izquierda en sentido contrario, y asegúrate de que los conductores te han visto.

1) Ten cuidado, el conductor que gira a la izquierda puede tomar esta curva a gran velocidad si no te ha visto.
2) El conductor que entra en diagonal tendrá visibilidad reducida si te encuentras cerca del bordillo.
3) Circular más hacia la izquierda animará a los conductores que giran a la derecha a esperar y girar después de que cruces la intersección.

Carriles de incorporación y de salida

Cuando te encuentres una incorporación por tu derecha, tienes dos opciones: si la velocidad es moderada, permanece en tu posición de control del carril, pero ten cuidado con el tráfico que se incorpora. Si esto te parece demasiado intimidante, sal de la calzada por la acera, bájate y ve caminando con tu bicicleta hasta un paso de peatones. Ten en cuenta que es posible que los automovilistas no cedan el paso a los peatones, especialmente cuando las calles parecen autopistas.

1) Aproxímate a la incorporación posicionándote hacia la izquierda de tu carril para hacerte más visible para los conductores que acceden a la carretera.
2) En el punto donde el tráfico se incorpora, confirma que el conductor te ha visto o prepárate para ajustar tu velocidad para evitar un conflicto.
3) Si no te sientes cómodo, puedes utilizar la acera. Desmonta y sigue las reglas para los peatones.

Una salida de la carretera es muy parecida a un carril de giro a la derecha, excepto que el tráfico es más rápido. De nuevo, quédate en tu posición normal de control de carril, a la izquierda de la salida. El tráfico de salida te pasará por tu derecha, y el resto del tráfico lo hará por tu izquierda. Si los conductores que salen dudan en rebasarte por la derecha, puedes moverte un poco más hacia la izquierda para dejarles más espacio.

1) Al aproximarte al inicio de la salida, muévete hacia la izquierda para animar a los conductores que circulan detrás de ti a esperar y salir por tu derecha.
2) También puedes salir de la carretera, desmontar de tu bicicleta y cruzar por un paso de peatones, pero espera hasta estar seguro de que ningún vehículo circula por la salida.

En una carretera de alta velocidad, donde es legal para ciclistas circular usando el arcén, es posible que prefieras (o se te exija) salir y luego volver a entrar. Si decides cruzar una salida en una carretera de alta velocidad, asegúrate de poder ver lo suficiente hacia atrás a lo largo de la carretera; no siempre puedes saber si un vehículo está saliendo.

A veces dos carreteras se unen o se dividen. Es posible que debas moverte al carril más a la derecha después de que otra carretera se una a la que estás utilizando. También es posible que debas desplazarte un carril hacia la izquierda, antes de que el carril derecho se desvíe hacia otra dirección diferente a la tuya.

1) Cuando estés a un par de manzanas de donde se desviará el carril derecho, comienza a buscar un hueco para cambiar de carril. Es más fácil para todos si cambias de carril anticipadamente. El siguiente grupo de tráfico podrá fluir a tu alrededor.
2) Controla el carril central.

1) Mantén el control de carril hasta llegar al lugar donde se incorpora el nuevo carril.
2) Escanea, señala y negocia para cambiar al nuevo carril derecho. Desplazarte ligeramente hacia la derecha puede ayudarte en la negociación, pero no te desplaces tanto como para alentar a los conductores a rebasarte usando tu actual carril.

Glorietas, Rotondas

Piensa en una glorieta o rotonda de un solo carril como una calle de único sentido que forma un círculo, con una serie de intersecciones en forma de T a la derecha. Se eliminan todos los conflictos con los giros y cruces a la izquierda. Los conductores que acceden deben ceder la prioridad al tráfico en todos los carriles de la glorieta. Una rotonda moderna está diseñada para reducir la velocidad, mejorando la seguridad. En rotondas más grandes y antiguas, semejantes a autopistas de alta velocidad, las técnicas anteriores referidas a carriles de incorporación y de salida serán útiles.

Rotondas de un único carril

Las rotondas están concebidas para disminuir la velocidad del tráfico sin que éste deba detenerse. Accede siempre a una rotonda en posición de control de carril, y mantén ese control hasta salir. Si atraviesas una entrada o salida por la parte exterior de la rotonda, corres un riesgo de alcance o de que te hagan un gancho a derechas. Sitúate lo suficientemente alejado hacia la izquierda para mantenerte alejado del tráfico que entra y sale. No des por sentado que los vehículos que entran van a cederte el paso: muchos conductores desconocen las reglas de circulación en las rotondas.

Rotondas de dos carriles

Algunas rotondas tienen dos carriles alrededor de su punto central, otras sólo los tienen por una parte de éste. A menudo, una señal colocada en el acceso alertará a los conductores sobre los carriles que deben utilizar para los diversos movimientos.

1) Al acercarte a una rotonda para girar a la izquierda, cámbiate de carril o de posición en el carril antes de entrar a la rotonda.
2) Cede el paso al tráfico en ambos carriles de la rotonda antes de acceder a ella.
3) Señala un giro a la derecha antes de salir de la rotonda. Vigila a los conductores que esperan para entrar, y asegúrate de que te están cediendo el paso antes de pasar delante de ellos.
4) Cede el paso a los peatones en los pasos peatonales al entrar y salir de la rotonda.
5) Después de completar un giro a la izquierda, maniobra para regresar al carril derecho.
6) Si no te sientes cómodo, puedes utilizar las aceras y los pasos peatonales. Desmonta de tu bicicleta y utiliza las normas para peatones.

En la mayoría de rotondas modernas, los conductores que giran a la izquierda deben acceder usando el carril izquierdo y abandonarlo desde el carril izquierdo, pero señalizando para dejar muy claro que tienes intención de salir. Comienza a incorporarte de vuelta al carril exterior tan pronto como resulte seguro.

Los ciclistas que siempre se mantienen a la derecha te dirán que las glorietas y rotondas son muy peligrosas. En cambio, te resultará sorprendentemente fácil circular alrededor de la mayoría de ellas si te mantienes alejado de las salidas y entradas que no estés utilizando. Excepto en las rotondas muy grandes de alta velocidad, los conductores no van muy rápido cerca del centro, ya que siguen la curva.

Si no te sientes cómodo circulando por una glorieta o rotonda, desmonta antes de entrar y camina con tu bicicleta por el exterior, utilizando las aceras y los pasos de peatones.

Dos giros seguidos

A veces es necesario realizar dos giros a la izquierda rápidamente, uno tras otro; por ejemplo, si giras a la izquierda en una intersección, e inmediatamente después debes girar de nuevo a la izquierda en dirección a un carril de giro en medio de una manzana.

En este caso, no te dirijas hacia el lado derecho de la calle después del primer giro a la izquierda. Es posible que no tengas tiempo para volver a cambiarte de carril hacia la izquierda. Termina tu primer giro a la izquierda en el carril correcto para comenzar tu segundo giro a la izquierda.

1) Si tienes previsto girar a la izquierda en un trayecto corto, lo más fácil es incorporarte al carril situado más a la izquierda y controlarlo hasta tu destino.
2) Una comunicación clara permite a los demás conductores saber hacia dónde te diriges.

Cuando haya dos carriles de giro a la izquierda uno al lado del otro, controla el carril de giro más a la izquierda para prepararte para tu siguiente giro a la izquierda. De la misma manera, para girar a la derecha y luego a la izquierda en poco tiempo, gira a la derecha hacia el carril desde el cual girarás a la izquierda, en lugar de cambiar de carril después de girar a la derecha.

Si esperas al semáforo en verde en lugar de girar a la derecha justo cuando se va a poner en rojo, estarás girando en dirección de una calle vacía o casi vacía. Una vez que hayas comenzado a girar a la derecha, haz una señal de giro a la izquierda para indicar que vas a acceder al carril más cercano al centro de la calle.

Resumen

Y hasta aquí, los tipos de intersecciones difíciles. Una vez que los controles, podrás circular por casi cualquier lugar. Incluso podrás descubrir cómo manejar las intersecciones no descritas aquí, utilizando los principios del cambio de carril y posicionamiento en los que se basan todas las maniobras de intersección.

 

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