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Situaciones atípicas

Admitámoslo: las normas habituales no se aplican en algunas situaciones de tráfico, como las sendas ciclables y los espacios compartidos, donde los peatones se mezclan con los ciclistas. Además, los atascos, la infraestructura atípica y los conductores impacientes pueden requerir tácticas diferentes.

Puedes circular de forma segura y legal, manteniendo el respeto de los demás usuarios de la vía si eres cuidadoso. He aquí algunas situaciones en las que deberás tomar la iniciativa.

Cuando los semáforos no cambian

Detente siempre y espera a los semáforos en rojo. No sólo garantizarás tu seguridad, sino que también aumentarás el respeto hacia los ciclistas como usuarios respetuosos con la ley.

Pero algunos semáforos no se ponen en verde hasta que reciben la señal de un detector de metales bajo el pavimento. Algunos de estos detectores no responden a las bicicletas.

Los detectores suelen reconocerse por un patrón rectangular u octogonal de líneas finas en el pavimento correspondientes a los cortes hechos para alojar los cables detectores. La detección es más efectiva si te detienes a lo largo de uno de los cables.

Inclinar la bicicleta hacia el centro del detector también puede ayudar. Si hay una línea central, rueda sobre ella; si hay una línea diagonal, crúzala. A veces, las líneas no son visibles, porque la calle ha sido reasfaltada desde que se instalaron los cables. Pero una marca en la acera puede darnos una pista. En algunos lugares también pueden utilizarse técnicas de detección por radar, ultrasonidos o cámaras. Estas también pueden fallar a veces. Por la noche, apuntar con la luz delantera a una de estas cámaras puede activarla.

Si tu bicicleta no activa el detector, tienes que esperar a que lo haga un coche, o pulsar el botón de peatones si lo hay. En último caso, siempre te puedes bajar de tu bici y superar esta situación como un peatón, sin infringir ninguna ley por ello.

Los detectores que detectan bicicletas pueden instalarse por poco o ningún coste adicional. Avisa a tu ayuntamiento sobre detectores inadecuados o deficiencias de la calzada de cualquier tipo que las hagan inseguras para circular en bicicleta. Hazles saber que son responsables de que las calles sean seguras para todos los tipos de vehículos, y que la inclusión de las bicicletas es importante para ti. Implicarse a nivel local puede ser muy eficaz.

Cómo superar los atascos

Los atascos no tienen por qué detenerte: ésa es una de las mayores ventajas de circular en bicicleta en la ciudad. Sin embargo, en los estrechos espacios de un atasco, ten mucho cuidado. Los coches parados en un atasco presentan los mismos peligros que los coches aparcados: ángulos muertos, puertas que se abren de repente y arranques imprevisibles.

Si hay un carril libre para adelantar, utilízalo en lugar de pasar entre los coches. Si la calle está completamente atascada, puedes avanzar lentamente con las manos en las manetas de freno. Recuerda que la puerta de cualquier coche puede abrirse, ¡incluso de uno que esté en el carril de circulación!

En un atasco, puedes estar bastante seguro de que los coches no se moverán, ya que no tienen adónde ir. Pero si hay una salida o una plaza de aparcamiento hacia la que un coche podría girar, tienes que asumir que lo hará. Mira a ver si las ruedas delanteras están giradas. Aléjate del lado del coche cuando pases e intenta llamar la atención del conductor cuando te acerques a la parte delantera del coche.

Cuando el tráfico está detenido, pero hay amplios huecos entre los coches, ten mucho cuidado con los coches que pasan por esos huecos. Detente y mira antes de meterte en uno. Ten especial cuidado si el vehículo al que vas a adelantar es alto y no puedes ver a través de él. Aunque los vehículos estén muy juntos, siempre puede aparecer repentinamente un peatón delante de ti.

Trata de no adelantar por la derecha, y nunca lo hagas cuando se trate de un camión o autobús grande. Estos vehículos tienen grandes ángulos muertos y se cierran mucho para girar. Adelanta por la izquierda si hay un carril libre. Mantén la distancia.

1. NUNCA adelantes a un camión o autobús por la derecha.
2. Espera detrás del camión en el lado izquierdo del carril, o adelanta con espacio suficiente en el carril contiguo.
3. Los camiones tienen grandes puntos ciegos donde el conductor no te puede ver.
4. Los remolques (o vehículos articulados) se cierran mucho más al girar que la cabina tractora.
5. El conductor a menudo tiene que conducir en línea recta a través de la intersección para luego girar. También puede iniciar un giro desde el segundo carril, y estará centrado en el carril contrario de la carretera en la que está girando.

Al acercarte a una intersección, cambia de carril a la misma posición que lo harías en tráfico normal. Antes de cruzarte delante de un coche para cambiar de carril, negocia con el conductor, aunque esté detenido. Cuando llegues a un cruce, espera detrás del primer coche que se detiene en el semáforo. No te pongas al lado del primer coche. Los conductores no siempre activan los intermitentes. No sabes con seguridad en qué dirección girará el coche cuando el semáforo se ponga en verde.

Estas tácticas para tráfico congestionado son razonablemente seguras, pero en algunos lugares no es legal que un ciclista adelante por la derecha o circule entre carriles de tráfico. En cambio, suele ser aceptable que tú, o cualquier conductor, desobedezcáis cautelosamente las normas normales de circulación cuando la carretera está obstruida.

Vías de uso compartido o prioridad peatonal

Circula a una velocidad razonable, más despacio cuando la vía esté congestionada. Extrema las precauciones en las intersecciones. Sal de la vía si dejas de circular. Los usuarios que vayan delante de ti tienen prioridad en orden de llegada. Debes reducir la velocidad y seguir a un peatón o ciclista más lento hasta que sea seguro rebasarlo, tal como lo haría un automovilista en la calle.

1. Cede el paso a los usuarios de la vía que vayan delante de ti hasta que sea seguro adelantarles.
2. Al adelantar, haz una señal acústica y deja espacio suficiente.

l adelantar, comprueba si hay ciclistas adelantando detrás de ti, haz una señal acústica y deja todo el espacio que puedas –cuanto más cerca debas adelantar, más despacio deberás ir-. Recuerda que los peatones pueden cambiar de dirección repentinamente. Una senda no te garantiza automáticamente la seguridad: ¡debes estar alerta ante muchos peligros potenciales!

Circulación por aceras bici y senderos

Mucha gente considera que las aceras bici son un lugar seguro para circular porque los coches no circulan por ellas. Desgraciadamente, el riesgo de accidente –incluidas las colisiones entre coches y bicicletas– es mucho mayor en las aceras que en la calzada. Debes circular muy despacio, vigilar todas las puertas, el trazado y mirar en todas direcciones antes de cruzar una calle o un acceso.

Al cruzar desde una acera bici, carril bici segregado o sendero, corres el riesgo de que otros conductores no te vean. Por ello los ciclistas que circulan por aceras bici deben mirar en todas direcciones antes de cruzar.

A menudo está prohibido circular por las aceras debido al riesgo de colisión con los peatones. Los árboles, los setos, los coches aparcados, los edificios y los portales crean ángulos muertos a lo largo de una acera, que es demasiado estrecha para poder apartarse si aparece alguien. Un peatón puede salir de un portal en cualquier momento, o moverse de repente, o un niño pequeño puede salir corriendo por detrás de un adulto. Nunca adelantes a un peatón hasta que hayas captado su atención.

Precauciones similares se aplican a los carriles «protegidos» situados sobre aceras u ocultos tras coches aparcados. Aunque circules en el mismo sentido que el tráfico del carril más próximo, es posible que un conductor que se cruce en tu trayecto no te vea. La situación es aún peor cuando circulas en sentido contrario al tráfico.

Evitando puntos ciegos móviles

En la mayoría de las bicicletas, puedes ver por encima de muchos de los coches. Pero no dejes que esta ventaja te engañe. No puedes ver por encima de vehículos más grandes como todoterrenos, furgonetas, camiones o autobuses. Puntos ciegos en movimiento acechan detrás de estos vehículos altos.

Puntos ciegos en movimiento: El vehículo a motor (1) se ha detenido para hacer un favor al ciclista que gira a la izquierda. Tanto el ciclista como el segundo vehículo a motor (2) han visto toda la carretera en algún momento, pero nunca se han visto el uno al otro.

Supongamos que circulas por una calle de doble sentido y cuatro carriles. Te has incorporado al carril más cercano al centro para girar a la izquierda. Señalizas tu giro a la izquierda y sigues hacia delante. Sólo ves otro vehículo en la calle: una furgoneta, que viene hacia ti por el carril contrario. Se detiene para dejarte girar a la izquierda. ¿Puedes girar con seguridad?

No. Mientras avanzas, detrás de la furgoneta hay un ángulo muerto que se dirige hacia ti. Un coche podría estar adelantando a la furgoneta por el carril exterior y tú no lo verías. Si cruzaras por delante de la furgoneta, podrías llevarte una terrible sorpresa.

Desconfía cuando un automovilista intente hacerte un favor, invitándote a pasar cuando las normas de circulación te obligarían a ceder el paso. Otros conductores pueden estar actuando según normas normales, y si al aceptar el favor se produce una colisión, la culpa puede ser tuya.

¿Eres invisible?

La gente puede decirte que «conduzcas como si fueras invisible». Ese consejo sólo tiene sentido cuando realmente no eres visible o el sol ciega los ojos de los conductores. Para circular todo el tiempo como si fueras invisible, tendrías que apartarte de la carretera cada vez que se acercase un coche. También tendrías que parar y esperar a que se despejara el tráfico antes de cruzar cualquier cruce.

En lugar de eso, conduce para ser visible. Lleva ropa de colores brillantes y utiliza luces y reflectantes por la noche y en momentos de poca visibilidad. Algunos ciclistas utilizan luces incluso a plena luz del día, pero la visibilidad no es sólo cuestión de equipamiento, sino también de acciones. Muévete en una posición centrada dentro del carril, donde puedas ser visto más fácilmente. Comprueba igualmente que los conductores te han visto. Esta es la forma más segura de circular.

Cuando tu sombra es alargada, apuntará hacia la dirección de los conductores que no puedan verte.

¿Te ha visto el conductor?

¿Cómo comprobar que un conductor te ha visto? He aquí un ejemplo. Supongamos que circulas por una calle principal en dirección a un cruce. Un coche se acerca por la derecha en la calle transversal, donde hay una señal de stop. ¿Cómo debes actuar ante esta situación?

Cuando te acerques a la intersección, mira a la ventanilla del coche y comprueba hacia dónde mira el conductor.

Si no te mira, reduce la velocidad y llama su atención. No des por sentado que los conductores te ven sólo porque te miran. Observa si el coche reduce la velocidad más de lo que lo haría si no estuvieras allí. Busca el reconocimiento: si sonríes y saludas con la mano, el conductor que te ve suele devolverte el gesto. Procede únicamente cuando estés seguro de que el conductor te está cediendo el paso.

1. Para hacer valer tu derecho de paso cuando un conductor se adelanta en una señal de stop, mira detrás de ti para ver si hay tráfico. Muévete a la izquierda para llamar la atención del conductor. Mantén los pedales girando para que no parezca que estás cediendo el paso.
2. Prepárate para realizar una maniobra de escape.

A veces, un conductor que gira a la izquierda no cede el paso a un ciclista que se aproxima. No confíes en que todos los conductores utilicen los intermitentes, pero normalmente deben reducir la velocidad antes de girar a la izquierda: aprende a calibrar la probabilidad de un giro a la izquierda. La mayoría de los conductores que giran a la izquierda te cederán el paso si tu intención de seguir adelante es clara.

Los ciclistas suelen temer que los conductores que circulan detrás de ellos no les hayan visto. Un vistazo al espejo retrovisor puede eliminar ese temor al confirmar que un conductor ha respondido a tu posición en el carril y a tus señales manuales.

1. Para hacer valer tu derecho de paso cuando un conductor amenaza con girar a la izquierda delante de ti, mira hacia atrás y muévete a la izquierda para hacerte más visible; mantén los pedales girando.
2. Si el conductor gira, puedes frenar y pasar por detrás del coche.

Conductores maleducados

A veces los conductores maleducados intentan cruzarse delante de ti. Pueden aparecer por sorpresa desde una entrada o sobrepasar una señal de stop y meterse en tu trayectoria.

Estate atento a estos malos comportamientos y prepárate para afrontarlos con seguridad. Con experiencia y práctica en las técnicas de frenado de emergencia y giro rápido de este manual, estarás preparado para manejar estas situaciones de manera efectiva.

Mantente seguro siendo asertivo —no agresivo— pero también a la defensiva. Puedes poner a prueba las intenciones del conductor y, al mismo tiempo, estar preparado para evitar una posible colisión.

Si un conductor situado en una señal de stop o en una vía de circulación sigue avanzando hacia tu trayectoria, continúa pedaleando pero mantente preparado para frenar o desviarte con la suficiente antelación para evitar una colisión. El giro de los pedales es una señal clara de que tienes la intención de seguir avanzando. Grita y verifica si el conductor te mira. Observa si el conductor reacciona reduciendo su velocidad o deteniéndose. Si tienes dudas sobre si el conductor cederá el paso, deja que continúe. Tu objetivo debe ser mantenerte a salvo y mantener el derecho de paso siempre que sea posible. Si es necesario, evita una posible colisión con un giro rápido a la derecha.

Si un conductor pudiera girar a la izquierda delante de ti, mantente alejado del borde de la calzada, te hace más visible y tener más margen de maniobra. Frena primero, si es necesario, y gira después para no acabar justo delante del coche.
También debes estar atento a los conductores que se saltan las señales de stop o los semáforos en rojo sin reducir la velocidad, o que paran y vuelven a arrancar sin mirar —aunque estos comportamientos son tan peligrosos para los propios conductores que son bastante raros—.

Se trata de situaciones excepcionales. La mayoría de los conductores ceden el paso como exige la ley de tráfico. Cuando lo hagan, saluda con la cabeza o con un gesto de agradecimiento.

Denunciar a los malos conductores

Si un conductor te hace sentir amenazado o intenta hacerte daño, anota el número de matrícula y, si es posible, una descripción del conductor. Puedes denunciar el incidente a la policía local y, en algunos lugares, a la Guardia Civil. Si el infractor es un conductor profesional, informa a su empresa. Puedes presentar cargos penales por agresión si crees que el conductor amenazó intencionadamente con colisionar. También puedes hacerlo si alguien del vehículo te arrojó algo (agresión con lesiones si te han golpeado). Cada vez más ciclistas llevan cámaras de vídeo mientras circulan. Éstas pueden aportar pruebas sólidas.

En caso de accidente

Después de cualquier caída o accidente, busca atención médica adecuada, y antes de tu siguiente salida haz que un mecánico cualificado compruebe que tu bicicleta funciona correctamente.

Si sufres un accidente en el que está implicada otra persona, solicita primero atención médica adecuada para todas las partes. Recopila toda la información posible en el lugar de los hechos, incluidos los nombres, direcciones y datos del seguro de las otras partes. Haz fotos de los vehículos implicados, así como de los daños y lesiones aparentes. Ten en cuenta que es posible que no descubras una lesión o daños en tu bicicleta hasta más tarde. Busca el asesoramiento de un abogado, sobre todo si hay discrepancias sobre quién tuvo la culpa. Ten cuidado: muchas personas, incluidos policías y aseguradoras, desconocen los derechos de los ciclistas en la calzada y pueden tener prejuicios contra ti. Por esta razón, no te disculpes ni digas nada que pueda interpretarse como una admisión de culpa. Asimismo, no afirmes que no estás herido. Si el agente investigador toma la versión del conductor y difiere de la tuya, insiste cortésmente en que el agente recoja también tu versión.

Reducir la fricción

La principal forma en que los ciclistas molestan a los automovilistas es con las maniobras impredecibles contra las que advierte este manual.

Los padres, que no saben mucho sobre el tema, transmiten a sus hijos instrucciones temerosas: «aléjate siempre del tráfico» —ciegos guiando a otros ciegos—. Durante varias décadas, pocos adultos montaron en bicicleta en España, y eso fue suficiente para que las ideas erróneas sobre el ciclismo arraigaran profundamente.

Ciertamente, no se debería permitir a los niños montar en bicicleta en condiciones de tráfico intenso, del mismo modo que no se les debería permitir conducir coches. Pero eso no significa que los ciclistas adultos tengan que circular como niños.

Algunas personas en coche gritan «sal de la carretera». No dejes que te molesten. Colócate en el carril para forzar a los conductores a maniobrar a tu alrededor correctamente. Si la mayoría de los ciclistas de tu comunidad realizan maniobras incorrectas, los conductores pueden tener problemas para entender tus maniobras correctas, así que haz señales especialmente claras. Con la experiencia, los conductores descubrirán que todo resulta más fácil con los ciclistas que utilizan maniobras correctas.

La forma más eficaz de reducir la fricción es la comunicación con los conductores. Te hace predecible y te humaniza. Como tu cuerpo está a la vista, puedes apuntar para indicar que vas a seguir recto, no sólo a la derecha o a la izquierda. Cuando los automovilistas tengan que esperar, hazles saber que sabes que están ahí con un rápido giro de cabeza o una señal de ralentización. Puedes señalizar un giro antes de lo habitual si los conductores detrás de ti no pueden pasar, para que sepan que pronto saldrás de su trayectoria. Da las gracias a los conductores con un gesto amistoso cuando sea seguro pasar.

Resumen

Sé cortés y respetuoso con los demás usuarios de la calzada para evitar conflictos, pero ten confianza en tu derecho legal a conducir de la forma más segura. Ser consciente de las situaciones difíciles te ayudará a anticiparte y evitar problemas y a hacer frente a los que sean inevitables.
Estate siempre preparado para utilizar tus maniobras de emergencia.

 

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